La vista:
La vista es la capacidad de
distinguir los objetos y su entorno. El órgano de la vista es el ojo.
La parte principal del ojo es el globo ocular, que es una esfera hueca con un líquido en su interior.
Cuando la luz llega al globo ocular, atraviesa una córnea, una capa dura y transparente, y entra al interior por una abertura del iris, llamada pupila. Una lente, el cristalino, enfoca la luz sobre una capa sensible situada sobre el fondo del ojo, llamada retina. El nervio óptico lleva hasta el cerebro la información captada por la retina.
Las partes de ojo son:
Nervio óptico, retina, cristalino, pupila, córnea e iris.
El oído:
También el sonido es un fenómeno vibratorio. En el hombre, el órgano de la audición es el oído, que se encuentra ubicado a cada lado de la cabeza. En los oídos radica también el control del equilibrio corporal. Cada uno de estos órganos puede ser dividido en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.
Oído externo: está formado por la oreja y el conducto auditivo externo. Recoge los sonidos y los conduce hasta el oído medio.
Oído medio: en él se encuentran el tímpano y la cadena de huesecillos. Convierte los sonidos en vibraciones.
Oído interno: está formado por el caracol que transforma las vibraciones en impulsos nervios, y el nervio auditivo, que los conduce hasta el cerebro.
Las partes del oído son:
Oreja, conducto auditivo externo, tímpanos, huesecillos, caracol y nervio auditivo.
El tacto:
Toda la información que recibimos a través de los sentidos de la vista y el oído llega al cerebro a través de las terminaciones nerviosas. Lo mismo ocurre con la piel. La superficie de la piel, llamada epidermis, contiene muchas terminaciones nerviosas por todo el cuerpo que transmiten sensaciones al cerebro y nos indican el tipo de cosas que estamos tocando.
La piel está formada por:
Epidermis, dermis, hipodermis, receptores y glándula sudorípara.
La parte principal del ojo es el globo ocular, que es una esfera hueca con un líquido en su interior.
Cuando la luz llega al globo ocular, atraviesa una córnea, una capa dura y transparente, y entra al interior por una abertura del iris, llamada pupila. Una lente, el cristalino, enfoca la luz sobre una capa sensible situada sobre el fondo del ojo, llamada retina. El nervio óptico lleva hasta el cerebro la información captada por la retina.
Las partes de ojo son:
Nervio óptico, retina, cristalino, pupila, córnea e iris.
El oído:
También el sonido es un fenómeno vibratorio. En el hombre, el órgano de la audición es el oído, que se encuentra ubicado a cada lado de la cabeza. En los oídos radica también el control del equilibrio corporal. Cada uno de estos órganos puede ser dividido en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.
Oído externo: está formado por la oreja y el conducto auditivo externo. Recoge los sonidos y los conduce hasta el oído medio.
Oído medio: en él se encuentran el tímpano y la cadena de huesecillos. Convierte los sonidos en vibraciones.
Oído interno: está formado por el caracol que transforma las vibraciones en impulsos nervios, y el nervio auditivo, que los conduce hasta el cerebro.
Las partes del oído son:
Oreja, conducto auditivo externo, tímpanos, huesecillos, caracol y nervio auditivo.
El tacto:
Toda la información que recibimos a través de los sentidos de la vista y el oído llega al cerebro a través de las terminaciones nerviosas. Lo mismo ocurre con la piel. La superficie de la piel, llamada epidermis, contiene muchas terminaciones nerviosas por todo el cuerpo que transmiten sensaciones al cerebro y nos indican el tipo de cosas que estamos tocando.
La piel está formada por:
Epidermis, dermis, hipodermis, receptores y glándula sudorípara.
El olfato:
El olfato es el
sentido por el cual se perciben los olores. Una mucosa amarilla, ubicada en la
parte superior de la nariz y rica en terminaciones nerviosas provenientes del
nervio olfativo, es la encargada de recoger las impresiones y transmitirlas al
cerebro. A la vez, una mucosa rojiza extremadamente vascularizada calienta el
aire que respiramos. Ambas mucosas conforman la membrana pituitaria que tapiza
las paredes de las fosas nasales. En la nariz se dan las condiciones adecuadas
para la percepción de olores; su interior contiene tres pliegues, que aumentan
la superficie sensorial, y los nervios olfatorios que transmiten la información
al cerebro.
Las partes de la
nariz son:
fosas nasales,
pituitaria y cornetes.
El gusto:
El principal órgano
del gusto es la lengua. Está constituida por músculos que le permiten realizar
variados movimientos, y recubierta por una mucosa. La cara superior de la
lengua aloja unos receptores, que se presentan como pequeñas estructuras
abultadas llamadas papilas gustativas.